Yo no hago yoga.
Lo intenté hace años pero no funcionó.
Probé dos modalidades diferentes: una fue lo que yo llamaba el yoga cañero y lo otro era el yoga suave.
Con el yoga cañero me daban ganas de POTAR, tal cual, así que probé el tranqui.
Nunca, pero es que nunca, conseguí relajarme. Siempre tenía la mente en marcha. Cuando conseguía abstraerme de lo que estaba haciendo me ponía a pensar en mis cosas y nunca jamás conseguí entrar en ese estado de meditación, de no pensar en nada, que dice la gente que tanto mola. Nunca. Me dais mucha envidia.
Luego me apunté a boxeo.
El producto del que hablo hoy se llama Liquid Yoga, y este yoga líquido es mucho más parecido a lo que yo me esperaba de las clases de yoga: algo que automáticamente te despeje la mente y te cree bienestar automático, cosa que no conseguí con el yoga propiamente dicho.
Yo lo uso cuando me ducho por la noche (no me ducho todos los días por la noche, lo hago todos los días por la mañana pero por la noche sólo a veces) porque cuando me ducho por la noche en casa (no en el gym) ya es como que sé que no voy a volver al puto ordenador y ya se acaba el día, ya me rindo. Lo pulverizo en la toalla antes de entrar a la ducha y luego me seco con esa toalla. También lo pulverizo en la cama algunas noches, en las almohadas y en la colcha, y también abro el armario y hago que la ropa mantenga buen olor.
Directamente sobre la piel no suelo utilizarlo aunque no creo que pusiesen ninguna pega ni los mejores dermatólogos de Barcelona.
A ver, que milagros tampoco hace. Llamando a las cosas por su nombre Liquid yoga de Mio es un ambientador muy caro, pero no lo digo como algo despectivo. Si hay olores que pueden revolverte el estómago también los hay que te hagan todo lo contrario, que te sugieran tranquilidad por ejemplo. Algunos pueden hasta retrotraerte a tiempos pasados y hacerte llorar de nostalgia. No subestimemos el poder de las fragancias.
Ok, Liquid Yoga no te va a quitar los problemas del trabajo pero algo de estress desaparece, al menos mientras lo utilizas. Bendito sea.
Es un producto intenso, muy duradero. Un par de pulsaciones (o lo que mi madre llama darle al flis) y ya tienes relax para rato; excelente ambiente para leer un buen novelón, ver documentales de cienciología en Netflix o para perfumar tu cama si has hecho match en alguna de esas webs de buscar parejas. Yo no voy a juzgar.
La combinación de aceites esenciales, lavanda, manzanilla y lavandín facilita la concentración para meditar o para lograr al menos unos momentos de paz (ok, también hace falta tiempo para esto, pero si lo tienes para instagram seguramente lo tengas para frenar el ritmo un instante) y hasta ayuda a aliviar las cefaleas causadas por la tensión.
Me encanta usarlo pero como no es precisamente un producto económico pues a veces reconozco que me da cosica y lo uso con cuentagotas. Me paso de rata porque tengo este bote desde hace más de 2 años (aún me queda bastante y está perfecto). Eso sí, cuando lo usas mola. Mola mil.
Si es que mira lo que pone en el bote «vaporisateur de zénitude». Dan ganas de dejarlo así, de no traducirlo. Glamour espiritual.
El precio del envase de 200ml es de 23€, puedes comprarlo aquí.
7 Comments
¡Dos años! 😮 Si a mi me relajara lo gastaba un un pis pas, me encantaría…pero por ahora todos los que he encontrado del estilo tienen poca persistencia, tengo que curiosear este más a fondo.
Ciao guapa
Es que me da pena usarlo! XD Lo uso con cautela total. SOY MUY RATA.
Me ha encantado la pinta que trae el producto! Espero que sea una buena inversión.
Es una pasada, si te gusta este olor a lavanda medio herbal y balsámico te va a encantar.
La idea la veo chula pero no se… el mismo efecto haría un aceite de lavanda o el incienso que a mi si me relaja… supongo que he leído caro y he pisado el freno de golpe jejeje
Besos
La idea me encanta!! Yo me pongo mis velitas y uso un ambientador muy suave que rocío por mis sábanas!! Me miraré el que comentas!! Pero dudo que me dure 2 años!!!
Besicos!!
jaja me ha encantado tu intro!